Más allá de la ilusión de tener tu propia vivienda, dejar de vivir con tu familia y poder decidir sobre la decoración a tu gusto, detente un momento a evaluar qué es lo que te conviene más, si buscar (y encontrar) entre la gran variedad de opciones de renta, desde casas, departamentos, o bien, la compra de una vivienda nueva o incluso un traspaso, con todo lo que esto implica en términos financieros principalmente. Recuerda que esta es una de las decisiones más importantes que tomarás.
Te presentamos algunos puntos a favor y a tener en cuenta para el caso de renta y de compra.
A favor de rentar.
-Contrario a lo que se piensa, rentar puede significar tener liquidez y al mismo tiempo ahorro.
-Evitas desembolsar grandes cantidades de dinero.
-Se puede adaptar a determinados presupuestos.
- Es una opción recomendable para personas que buscan independizarse y apenas inician su vida laboral.
-Si no cuentas con ingresos altos o estables para hacer frente a los gastos que derivan de una compra.
-Si cuentas con deudas que deseas liquidar a la brevedad.
-Si estás planeando otro tipo de gastos o inversiones, por ejemplo, viajes, un emprendimiento, entre otros.
Ten en cuenta:
-Que si tienes disciplina financiera, ganas liquidez, es decir, contar con ahorros en efectivo, a diferencia de cuando realizas una compra.
-Tienes libertar para aprovechar las oportunidades de compra, si es que así lo decides.
A favor de comprar
- Estás haciéndote de un patrimonio para ti y para tu familia, en caso de tenerla.
- Tienes un lugar propio, estable y fijo donde vivir.
- Puedes invertir en arreglarla de acuerdo a tus gustos.
-Si tienes ingresos permanentes por un periodo de tiempo prolongado.
-Cuando ya has logrado administrarte financieramente y eres disciplinado en los pagos.
-Cuando no tienes deudas, o bien éstas son a corto plazo y solventables.
-Si ya has decidido una zona donde te gustaría vivir.
Ten en cuenta:
-Los gastos iniciales tales como el avalúo comercial, el pago de impuestos y derechos por la comercialización del inmueble, los gastos de operación, financieros y de titulación por la formalización.
-Que estarás pagando tasas de interés superiores a la plusvalía que pueda generar la vivienda, sobre todo si es un crédito hipotecario bancario.
Ya sea que te decidas por la opción de renta o de compra, asesórate con una agencia que te proporciones la información y orientación necesaria.